El 10 de diciembre en que conmemoramos el 63 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos las naciones del mundo firmaron dicho documento comprometiéndose a respetar y hacer respetar los derechos de toda persona. A partir de entonces se ha establecido tratados, convenciones y otros instrumentos internacionales que obligan a los Estados a proteger y garantizar derechos fundamentales. Lamentablemente dista mucho el cumplimiento de dichas obligaciones.
Los derechos humanos son el producto de las luchas sociales a través de la historia. Sin embargo, vemos con honda preocupación que en Ecuador los dirigentes y comunidades que reclaman sus derechos y los derechos de la naturaleza son perseguidos como delincuentes. Su protesta es considerada una amenazas al modelo extractivista del régimen. En la actualidad se ha procesado a cerca de 180 personas inculpadas de terrorismo y sabotaje, cuya pena es de ocho a doce años. Tal acusación está basada en el artículo 160 del código penal aprobado por la dictadura de 1964 en el marco de la doctrina de la seguridad nacional.
La legislación penal ecuatoriana tiene figuras legales más proporcionales al tipo de “delito” que se achaca a los manifestantes. De hecho en varios de los juicios iniciados contra de los defensores de derechos, los jueces cambiaron la figura del “delito” a “obstrucción de vías” . Muchos de estas personas han sido enjuiciadas por oponerse a la Ley Minera; por protestar contra la Ley de Aguas; por defender el manglar; por oponerse a la contaminación de los ríos. Es evidente que la criminalización de la protesta está dirigida a debilitar la organización social y es un mecanismo de control del Estado y grupos de poder. Por otra parte, viola el artículo 98 de la Constitución que reconoce el derecho a la resistencia en defensa de derechos.
Entre los casos recientes podemos mencionar desplazamientos como el de Aida Veintimilla en Zamora Chinchipe, quien perdió sus terrenos en mayo de este año después de varios juicios y malos tratos por parte de la empresa ECSA, o desalojos violentos como el ocurrido en Río Grande, en Manabí el mes pasado.
En este contexto, organizaciones sociales y de derechos humanos nos hemos convocado bajo el lema EXIGIR, RESISTIR, VIVIR. El evento que se llevará a cabo el día 10 de Diciembre a partir de las 10h00 en la Plaza del Teatro, busca dar a conocer a la ciudadanía en general la situación de los defensores de la naturaleza y derechos humanos, tomar conciencia de la importancia de exigir y defender derechos, así como escuchar testimonios de las víctimas. Los derechos fundamentales nos pertenecen a todas y todos por igual, pero lo paradójico es que debemos conquistarlos.
Hna. Elsie Monge
Coordinación
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos
Defensoría del Pueblo del Ecuador
Centro de Derechos Económicos y Sociales
Fundación Regional de Derechos Humanos
ProDH
Servicio Paz y Justicia del Ecuador
Asamblea Permante de Derechos Humanos
Acción Ecológica
El Churo Comunicación
Kolectivo La Rayuela
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